Te voy a hacer una serie de preguntas ¿Estás listo?
Verdadero o falso, he desperdiciado dinero en estupideces al menos una vez en mi vida. Piensa en tu última venta de garaje o en las cosas que ocupan tu garaje actualmente.
Pregunta número dos, he ido a la computadora para revisar mis cuentas bancarias y de tarjetas de crédito y me ha sorprendido la cantidad de dinero que he gastado y que todavía debo de pagar. ¿Verdadero o falso?
Número tres, he pagado con un cheque que esperaba no fuera rechazado por falta de fondos, y eso es para aquellos de ustedes que todavía escriben cheques.
Número cuatro, hubiera deseado ser más generoso. Alguien dijo una vez que el estadounidense promedio conduce su automóvil financiado por el banco por una carretera financiada con bonos con gasolina de tarjeta de crédito para abrir una cuenta de crédito en una tienda departamental y poder llenar su casa financiada con muebles a plazos.
La gran noticia que tengo para ustedes hoy es que Dios quiere ayudarnos el área del dinero. El dinero que él ha confiado a nuestro cuidado. Entonces, la pregunta que vamos a responder hoy es: ¿cómo podemos hacer un mejor trabajo con el dinero?
Si queremos ser mejores administradores del dinero que Dios nos ha confiado, lo primero que debemos hacer es saber a dónde se va el dinero.
Alguna vez has dicho: "No tengo idea a dónde se va todo el dinero"
Las personas dicen que el dinero habla, pero no es así. Se marcha silenciosamente y normalmente no deja rastro. Esta es tu primera tarea si decides aceptarla. Súbete a la computadora y revisa los estados de cuenta de tu tarjeta de crédito y de tu tarjeta de débito. Con esa información quiero que categorices tus transacciones y hagas una gráfica para ver a dónde se va tu dinero.
Crea una categoría para las tiendas en las que compras, para la ropa, para comer en restaurantes, para donar a la iglesia. Haz otra categoría para el destino del dinero y luego hazte esta importante pregunta: "¿Es aquí donde Dios quiere que vaya el dinero que me ha dado?"
Espera un segundo, Todd, ¿no quieres decir que es aquí donde quiero que vaya MI dinero? Yo trabajé duro por ese dinero. ¿Acaso no puedo determinar cómo gasto mi dinero?
Bueno, cuando le diste tu vida a Cristo, le entregaste toda tu vida y eso incluye los aspectos financieros. Mira, la Biblia enseña que todo lo que tenemos, incluso nuestra muy pequeña vida, es un regalo de Dios, y debemos ser un gran administrador no solo de nuestra vida sino también de las finanzas que Él nos ha confiado. 1 Crónicas 29, David guiando a los hijos de Israel a dar una ofrenda para construir el templo para Dios.
Él se presenta ante el pueblo y proclama: "Todo lo que está en el cielo y en la tierra es tuyo. Tuyo, oh Señor, es el reino. Tú eres exaltado como cabeza, sobre todo. La riqueza y el honor provienen de ti. Tú eres el gobernante de todas las cosas. y tus manos son fuerza y poder para enaltecer y dar fuerza a todos.
Ahora, Dios nuestro, damos gracias y alabamos tu glorioso nombre. Pero ¿quién soy yo y quién es mi pueblo para que podamos dar tan generosamente? Todo viene de ti y sólo te hemos dado lo que sale de tu mano."
Mira, David entendió que todas estas cosas que tenía no eran suyas. Si todo ese dinero que pasa por nuestras manos nos lo ha confiado Dios a nuestro cuidado, entonces debemos ser un gran administrador del dinero de Dios.
Por lo tanto, la primera tarea es ¿cómo estás gastando el dinero de Dios? Muy bien, tarea número dos: Establecer un presupuesto para las cosas de Dios.
Proverbios 21:5 dice: "Los planes bien pensados y el arduo trabajo llevan a la prosperidad, pero los trabajos tomados a la carrera conducen a la pobreza". Proverbios 21:20, "Los sabios tienen riquezas y lujos, pero los necios gastan todo lo que consiguen".
Ahora, ¿qué dice la Biblia aquí? La Biblia nos advierte contra las compras impulsivas. La manera de prevenir el arrepentimiento del comprador es ajustarse a un presupuesto. Piensa en esto: Un presupuesto le dice a su dinero adónde quiere que vaya en lugar de preguntarse dónde se fue.
Cuando construyas tu presupuesto, lo primero que debes hacer es orar y pedirle a Dios sabiduría sobre cómo quiere que se gaste su dinero. En segundo lugar, si estás casado, prepara tu presupuesto con tu cónyuge. Esto debería ser una decisión mutua. Cuando ambos dijeron "Sí, quiero", tu y su cónyuge se convirtieron en uno, no sólo de nombre sino uno en todos los aspectos de la vida.
Nunca, nunca, nunca tomes una decisión financiera sin estar acompañado por tu esposo o esposa. Si no estás casado, busca a alguien que sepa manejar bien el dinero, y pídele ayuda para crear un presupuesto y luego planificar metas para gastar, ahorrar y ser generoso.
En este mensaje hemos adjuntado una hoja de trabajo para comenzar a crear tu presupuesto. Hay una columna para saber cómo gastas tu dinero actualmente y otra para tu nuevo plan. Y cuando estés pensando en tu nuevo plan, pregúntate dónde quiere Dios que estes financieramente dentro de un año.
¿Tienes alguna o dos deudas que deberías tratar de eliminar? ¿Cuánto dinero quieres tener en tu cuenta de ahorros dentro de un año? ¿Necesitarás comprar un auto o hacer otra compra importante el año que viene? ¿Cuál es el plan para ahorrar para esa compra?
Y luego, la tercera cosa es esta: Ahorrar algo de dinero para tu futuro. Antes de ir al centro comercial, antes de reservar tus próximas vacaciones en Disneylandia, antes de comprar lo que sea, el objetivo de cada sueldo debería ser apartar el 10% de tus ingresos en tu cuenta de jubilación, tu 401k, tu 403b. Esto es muy importante.
Proverbios 13:11 dice: "La riqueza lograda de la noche a la mañana pronto desaparece; pero la que es fruto del arduo trabajo aumenta con el tiempo".
Esto es lo interesante: No tenemos que ganar mucho dinero para acumular mucho dinero con el tiempo. Escúchame ahora, si una persona de 25 años se propusiera ahorrar 25 centavos de dólar al día e invirtiera ese dinero en un plan de jubilación, cuando cumpliera 65 años tendría más de un millón de dólares.
Lo contrario también es cierto. Si una persona tiene una deuda de 8 mil dólares en tarjetas de crédito y el estadounidense común la tiene, y paga la cantidad mínima cada mes con una tasa de interés del 25%, una persona tardará 779 meses en pagar esa deuda. Eso es el equivalente a 65 años.
Terminarán pagando $31,000 en intereses más los $8,000 de principal. Pero eso no es todo. También perdieron la oportunidad de ahorrar el dinero, lo que les costó millones de dólares en sus años de jubilación.
Entonces, ¿cuánto dinero estás ahorrando actualmente y cuál es tu plan de jubilación?
Bueno, lo último es esto: Dar por lo menos el 10% de tus ingresos para la obra de Dios. Ya venían venir eso, ¿verdad? Amigos, aquí hay algo que he notado sin excepción, un diezmador es alguien que devuelve a Dios por lo menos el 10% de lo que Dios le ha dado para las necesidades de la iglesia... cada donador que he conocido dice: "Dios me ha bendecido tanto". Y cada no donador que he conocido siempre dice: "Simplemente no puedo darme el lujo de dar el 10%". Ahora, piensen en eso por un minuto.
La persona que le devuelve el 10% a Dios dice: "Dios me ha bendecido tanto", y la otra persona dice que no puede pagar el diezmo. Eso sí que es interesante. Dos más dos son cuatro. B viene después de la A, y la C viene después de la B, y las bendiciones vienen después del diezmo.
En Deuteronomio 14:23, el propósito del diezmo es enseñarte a poner siempre a Dios en primer lugar en nuestras vidas. Jesús dijo en Lucas 6:38: "Den, y recibirán, Lo que den a otros les será devuelto por completo: apretado, sacudido para que haya lugar para mas, desbordante y derramado sobre el regazo. La cantidad que den determinara la cantidad que recibirán a cambio”.
Con la misma medida con la que das, así se te medirá. Otra forma de decirlo es que, si son fieles a Dios en las cosas pequeñas, Él les confiará cosas aún mayores. Ahora, quiero dejar algo en claro. La bendición de Dios en tu vida puede venir de muchas maneras diferentes. Puede que proteja tu salud o darte un ingreso extra o darte un auto nuevo.
Por otro lado, Él podría mantener que ese auto viejo que tienes siga funcionando otras 50,000 millas y evitar que necesites pagar por reparaciones costosas. Y aquí está el truco, si estás preocupado por el diezmo, en Sagebrush tenemos una garantía de devolución de 90 días. Si después de 90 días de darle a Dios el 10% para financiar el reino de Dios, Dios no es fiel contigo, te devolveremos todo tu dinero, sin hacer preguntas.
Entonces, ¿cuál es tu próximo paso financiero? Tal vez sea hora de hacer varios cambios y hacer una pequeña cirugía plástica y cortar esas tarjetas de crédito en pedacitos. Tal vez sea hora de establecer un presupuesto y comenzar a ahorrar para el futuro. Y tal vez sea hora de comenzar a dar el diezmo. Piénsalo. Si realmente confiamos en Dios con nuestra eternidad, ¿no deberíamos confiarle también con nuestras finanzas?
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