Proximos Pasos: Semana 4

Próximos Pasos: Semana 4 Dia 3

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Cada día nuestra iglesia hace todo lo posible por ser las manos y los pies de Jesús. Lo hacemos poniendo las necesidades de los demás antes de las nuestras, dondequiera que estemos. Sabemos que Jesús nos ha llamado a tomar la toalla y hacer la tarea que nadie más quiere hacer. Y como seguidores de Jesucristo, creemos que el título más grande que se le puede dar a una persona es el título de siervo.

Ese es el DNA de nuestra iglesia. Encontrarás a miembros de Sagebrush en toda nuestra comunidad, satisfaciendo necesidades en las cárceles, en el centro de detención juvenil, en los bancos de alimentos, arreglando automóviles para madres solteras y personas de la tercera edad, dirigiendo grupos de recuperación y realizando viajes de misión por todas partes del mundo.

Y cada fin de semana, los miembros de Sagebrush se esmeran para asegurar de que nuestros servicios de adoración los fines de semana y todos nuestros servicios de educación para los pequeños y la juventud se realicen con excelencia.

Miles de voluntarios a quienes nos referimos como miembros del equipo, ayudan a Sagebrush para avanzar el reino de Dios hasta las mismas puertas del infierno. Cuando las personas vienen a una iglesia grande como Sagebrush piensan que no hay oportunidades para servir y que lo tenemos todo cubierto, pero eso no es así.

La realidad es que necesitamos trabajar juntos para ser efectivos como Jesús quiere que seamos. No podemos darnos el lujo de que nadie se quede al margen donde todos debemos participar en el juego para ver una necesidad y luego satisfacerla.

Quiero que se imaginen que hoy hubo un padre soltero que estuvo aquí por primera vez en uno de nuestros campus y ha estado pasando por un doloroso divorcio. Tiene dos hijos y un amigo suyo con el que trabaja le ha estado diciendo: "Hombre, tienes que venir a nuestra iglesia, en verdad tienes que venir. Trae a tus hijos a Sagebrush".

Así que hoy, el padre soltero se subió al auto con sus hijos de cuatro y seis años y se dirigió a uno de nuestros campus. Ahora, lo que no sabe en este momento es que hoy un equipo de personas llegó aquí a las seis de la mañana para asegurarse de que este lugar esté lo más limpio posible.

Lo que no sabe es que la gente ha estado orando por este servicio de fin de semana y por todos los que vienen durante toda la semana.

Lo que no sabe es que cientos de miembros del equipo de servicio a los visitantes llegaron temprano para recibirlo en el estacionamiento y en la puerta de entrada porque quieren que sienta recibido con cariño.

Lo que no sabe es que los miembros de nuestro equipo de Kids Planet se han estado preparando toda la semana para recibir a sus dos hijos y brindarles la mejor experiencia que tendrán en toda la semana.

Lo que no sabe es que los miembros del equipo de tecnología de iluminación, de sonido y los miembros del equipo de cámara llegaron temprano para estar listos.

Lo que no sabe es que los cantantes han estado ensayando y aprendiendo la música y letras durante toda la semana para estar preparados para compartir una experiencia musical que sea significativa y relevante para él.

Entonces, sin saber nada de esto, el padre soltero se detiene en el campus para los servicios de fin de semana y un miembro del equipo de servicio al visitante lo saluda a él y a sus hijos y lo dirige al salón de clases de sus niños.

Cuando se dirigen a Kids Planet, otro papa de la misma edad les da la bienvenida y le asegura que sus hijos estarán bien y que tienen una gran clase preparada para ellos.

Cuando llega al santuario nuevamente hay alguien que lo saluda y lo ayuda a encontrar un asiento. Y es tan obvio que Dios se agachó y tocó los esfuerzos de los que planean los servicios porque los videos se conectan con su vida y la música penetra su alma y el mensaje, bueno, digamos que Dios hace algo milagroso con eso también.

Después del servicio, va y recoge a sus hijos y ellos le dicen: "Papá, hoy aprendimos acerca de Jesús", y en voz baja, dice: "Yo también. Yo también".

Él no lo sabía, pero contaba con dos cosas. Primero, contaba con un compañero de trabajo que se preocupaba lo suficiente por su bienestar espiritual y el de sus hijos como para invitarlo a la iglesia. Y dos, contaba con miles de miembros del equipo y voluntarios para ser las manos y los pies de Jesús.

Y como cada uno cumplió su papel y cada uno hizo su parte, ese papá y sus hijos siguieron asistiendo a la iglesia. Y con el tiempo, Dios le habló a ese papá de tal manera que entregó su vida a Cristo. Y ahora ya no estará eternamente separado de Dios en un lugar llamado Infierno.

Porque alguien se interesó lo suficiente como para invitarlo y porque alguien se interesó lo suficiente como para servir a su familia, un día ese padre caminará por calles de oro y vivirá con Jesús por siempre.

Ahora bien, ¿y si todas esos trabajadores y voluntarios no hubieran dado un paso al frente? ¿Qué pasaría si no tuviéramos a nadie que lo saludara o que ayudara a sus hijos a comprender quién es Jesús y la diferencia que puede hacer en sus jóvenes vidas?

¿Qué pasaría si no tuviéramos artistas que nos guiaran en las canciones de celebración y alabanza? ¿Qué pasaría si todos pensaran que alguien más haría lo que hay que hacer?

Estoy muy agradecido por cada persona que ve una necesidad y luego da un paso al frente y dice: Yo cubriré esa necesidad.

Cada tarea es de vital importancia para que la iglesia funcione adecuadamente, y necesitamos que todas las personas den un paso al frente para ser las manos y los pies de Jesús.

Recuerda, Jesús dijo que tenemos que vivir de esta manera. Si vivimos este tipo de vida, la vida de un siervo, seremos bendecidos. Creo que ver a la gente tener un encuentro con el Dios vivo es más importante que quedarse tirado viendo televisión. Creo que vivir nuestra vida para construir nuestro propio pequeño reino, que no durará, e ignorar el reino de Dios, que durará para siempre, no es una inversión inteligente.

Creo que vivir nuestra vida por el todopoderoso dólar e ignorar a nuestro Dios todopoderoso, dejará a una persona con grandes arrepentimientos.

Cada fin de semana en esta iglesia tenemos una oportunidad y necesitamos que todos hagan su parte. Y esto es lo que me atrapa. Cuando vemos una necesidad y suplimos esa necesidad, Dios se da cuenta de eso, y la Biblia enseña que por cada acto de servicio que hicimos para él, un día Dios nos recompensará.

Efesios capítulo 6, versículo 8 dice: " Recuerden que el Señor recompensará a cada uno de nosotros por el bien que hagamos, seamos esclavos o libres". Primero de Corintios capítulo 4, versículo 5, “Entonces Dios le dará a cada uno el reconocimiento que le corresponda”.

¿Te imaginas la escena? Dios llama tu nombre y enumera cada acto bondadoso, cada obra caritativa que hiciste para el reino de Dios, y luego Dios te recompensa por lo que has hecho.

Esto es lo que dice Primero de Corintios capítulo 3: "Por la gracia que Dios me dio, yo eche los cimientos como un experto en construcción. Ahora otros edifican encima; pero cualquiera que edifique sobre este fundamento tiene que tener mucho cuidado, pues nadie puede donde run fundamento distinto del que ya tenemos, que es Jesucristo. El que edifique sobre este fundamento podrá usar una variedad de materiales: oro , plata, joyas, madera, heno o paja; pero el día del juicio. El fuego revelara la clase de obra que cada constructor ha hecho".

Hablando del Día del Juicio... "el fuego mostrara si la obra de alguien tiene algún valor. Si la obra permanece, ese constructor recibirá una recompensa, pero si la obra se consume, el constructor recibirá una gran perdida. El constructor se salvará, pero como quien apenas se escapa atravesando un muro de llamas”.

Cuando un seguidor de Jesús se presente ante Dios en el Día del Juicio, no estaremos allí para ser condenados por todas las cosas terribles que hemos hecho.

Estaremos allí para ser recompensados ​​por los sacrificios que hicimos por Jesús y por su reino. ¿qué tan ridículo es eso? Comprende que nuestro servicio a Dios no nos da nuestra salvación. La salvación es un regalo de Dios para nosotros y no hay nada que podamos hacer para merecerlo.

Nuestro servicio no gana nuestra salvación, pero sí impacta nuestras recompensas. Un día estaremos ante Dios, y si todo por lo que trabajamos en nuestra vida se quema en ese fuego, seremos salvos, pero sólo como una persona que escapa de las llamas.

Quiero que pienses en esto.

Dios está tomando nota de cada buena acción hecha en su nombre, cada palabra amable, cada acto de sacrificio y de servicio. La Biblia dice, si alguno le da un vaso de agua fría a uno de estos pequeños, por ser mi discípulo, les digo la verdad, no perderá su recompensa.

Estaremos extasiados cuando veamos cómo el dinero que dimos para el reino de Dios se usó para alcanzar a cientos, tal vez incluso miles de personas que nunca hubiéramos tenido la oportunidad de conocer. Nos sorprenderemos por las oraciones que fueron respondidas, nos quedaremos estupefactos cuando el rey de reyes y el señor de señores honre nuestros actos de servicio hacia él.

Por cada clase que enseñaste, por cada pañal sucio que cambiaste, por cada noche que te quedaste despierto y oraste, por tu fidelidad, serás recompensado por Dios mismo.

Entonces déjame hacerte una pregunta.

¿Qué opinas de ese día? ¿Serás recompensado por tu generosidad, por tus actos de amor, valentía y riesgo? ¿Serás recompensado porque viste una necesidad y la satisficiste? ¿Serás recompensado porque tu vida impactó a cientos, tal vez miles de personas, porque estuviste dispuesto a ser las manos y los pies de Jesús?

¿O el trabajo de tu vida simplemente se quemará porque todo lo que hiciste, lo hiciste por ti?

Yo estoy viviendo para algún día estar ante Dios y, con suerte, escucharlo decir: "Buen trabajo, buen y fiel siervo".

¿Para qué estás viviendo tu vida? Algunos de nosotros sentimos que no tenemos mucho que ofrecer a Dios, pero estás equivocado. Dios te creó. Él sopló vida en ti y tiene un plan y un propósito para tu vida.

Es hora de darle lo mucho o poco que tienes y dejar que Dios lo use para que pueda hacer una gran diferencia en tu vida. Entonces, ¿cómo podrás aprovechar aquello en lo que eres bueno para el reino de Dios?