Proximos Pasos: Semana 3

Próximos Pasos: Semana 3 Dia 4

Video Transcript

Esta semana hemos trabajado duro para aprender cómo podemos compartir la diferencia que Jesús ha hecho en nuestras vidas con alguien más.

Ahora bien, espero que hayas dedicado un tiempo para escribir tu historia de dos minutos y que la hayas enviado a nosotros por correo electrónico para que podamos ayudarte a perfeccionarla.

Creo que es fantástico que estés trabajando duro para compartir con otras personas lo que Jesús ha hecho en tu vida. Es muy importante que conozcamos bien la historia de Dios, ¿no crees?, pero también es importante que aprendamos a compartir esa historia con los demás.

Desafortunadamente, algunas personas hacen que esta actividad se convierta en algo más difícil de lo que realmente necesita ser. Si dedicas un poco de tiempo y te esmeras en estudiar un poco, lo que voy a compartir contigo aquí te ayudara a este siempre preparado para compartir lo que Dios ha hecho por ti.

1 Pedro capítulo 3:15 dice: "En cambio, adoren a Cristo como el Señor de su vida. Si alguien les pregunta acerca de la esperanza que tienen como creyentes, estén siempre preparados para dar una explicación, pero háganlo con humildad y respeto”.

Entonces, ¿qué dice la Biblia? Nos dice que siempre debemos estar listos para compartir a Jesús con los demás y que debemos compartir lo que Dios ha hecho en nuestra vida con gentileza y respeto. Eso significa que no debemos pelear o discutir con nadie.

Tú y yo nunca vamos a convencer a alguien de seguir a Jesús si estamos discutiendo con ellos. Nunca he visto a nadie confiar en Jesús como líder y redentor de su vida a través de una discusión, pero he visto a miles de personas acercarse a Jesús a través de una conversación.

Por lo tanto, las indicaciones que te voy a dar aquí las puedes encontrar en la aplicación de Sagebrush, ¿de acuerdo? Allí pusimos un video de instrucción para que lo veas y aprendas una y otra vez. Y quiero que lo practiques hasta que puedas compartir estas verdades sin la ayuda de notas o diagramas.

Quiero que entiendas perfectamente que no se trata sólo de memorizar tu historia, sino es algo que tienes que conocer como la palma de tu mano. Así, cuando llegue la oportunidad, podrás compartir lo que Dios ha hecho por ti y por ellos. Esto es fácil de hacer. Simplemente toma una hoja de papel y dibuja esta imagen. Así es como va. Pon la palabra "nosotros" de un lado y "Dios" del otro. Luego escribe la palabra "pecado" en medio y explica que, debido a nuestro pecado, hay separación entre nosotros y Dios.

Ahora, el problema que todos tenemos, porque todos hemos pecado, es que queremos llegar con Dios, pero no podemos llegar al otro lado por nuestra cuenta. Y la mayoría de la gente lo intenta, ¿verdad? Algunas personas piensan que se puede llegar al otro lado si son buenas personas. O si voy mucho a la iglesia para ser una persona muy religiosa y así llegaré al otro lado por mi cuenta.

Pero la Biblia dice que no importa cuánto intentemos llegar al otro lado, no podremos hacerlo. ¿Por qué? Por nuestro pecado. Afortunadamente, Dios vio el desastre en el que estábamos y como nos ama tanto, envió a su hijo Jesús para cubrir la brecha entre nosotros y Dios.

Así es como Jesús murió por todos los pecados que hemos cometido. A las 12 del mediodía, el cielo se oscureció completamente cuando Jesús colgaba de la cruz. Fue en ese momento que todo nuestro pecado recayó sobre su persona. Y cuando eso sucedió, Jesús exclamo: "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?"

Dios es santo y no puede estar en la presencia del pecado. Entonces Dios, el Padre, le dio la espalda a Jesús cuando todos nuestros pecados cayeron sobre él. Jesús se convirtió en el pago de nuestra deuda que le debíamos a Santo Dios.

Una de las últimas cosas que Jesús dijo antes de morir fue: "Este hecho". Desde el siglo primero esa palabra significa “pagado en su totalidad”.

Jesús entonces pagó por completo nuestra deuda por el pecado y ahora tenemos acceso total a Dios a través de la muerte, sepultura y resurrección de Jesús.

Mira, Jesús no permaneció muerto, sino que tres días después resucitó de entre los muertos. Y Jesús le ha prometido a todos los que han depositado su fe y confianza en El, que iremos al cielo para estar con él por los siglos de los siglos después de morir, debido a que le hemos pedido a Jesús que tome el control de nuestras vidas. Y pedirle a Jesús que entre en tu vida es tan fácil como 1, 2, 3 o A, B, C.

Uno, admite que eres un pecador.

¿Alguna vez has pecado? Todo el mundo lo ha hecho, pero no basta con admitir que has pecado. Tienes que arrepentirte. Eso significa que nos debemos alejar de nuestro pecado. Una vez viví para mí, pero ahora quiero vivir para Dios.

Dos, tienes que creer.

Tienes que creer que Jesús es el hijo de Dios, que murió en la cruz por ti y que resucitó desde la sepultura. Y aquí está el truco. La mayoría de la gente cree que eso es cierto. El apóstol Santiago relata que hasta los demonios creen en Jesús y se estremecen de miedo al escuchar su nombre. Así que no basta con creer algunos hechos acerca de Jesús. Tienes que tomar el tercer paso y entregarle tu vida.

Para eso tienes que decir, Jesús, todo lo que soy y todo lo que espero ser, te lo entrego a ti. Toma mi vida y úsala. Ya no quiero vivir para mí. Quiero vivir para ti.

Ahora, después de compartir esto, siempre les pregunto: "¿Dónde te ves?" ¿En el número uno, en el número dos o en el número tres?" Y la mayoría de las veces dicen: "Estoy en el número dos. Sé que soy un pecador y creo que Jesús es el hijo de Dios que murió por mí y resucitó, pero nunca le he entregado mi vida". Bueno, los miro a los ojos y les pregunto: " ¿Hay alguna razón por la que no querrías entregar tu vida a Jesús hoy mismo?" Si dicen que no, oro con ellos y también oro para que tomen esos tres pasos.

Les digo que oren algo como esto: "Querido Dios, sé que soy un pecador. Creo que Jesús fue crucificado por mis pecados donde murió para ser después resucitado, te quiero entregar mi vida. Todo lo que soy, todo lo que espero ser, te lo doy. Te amo y te doy gracias por perdonarme y amarme. En el nombre de Jesús, Amén.

Y frecuentemente me responden: "Si, pero no estoy listo". Entonces lo dejo así. Les agradezco por permitirme compartir esto con ellos, les entrego la hoja de papel si lo he escrito en un diagrama y les digo: "Escuchen, si alguna vez tienen alguna pregunta sobre este tema, ya saben dónde encontrarme".

Hace años, había una jovencita en mi ministerio estudiantil. Su nombre era Carrie. Estaba en octavo grado cuando entregó su vida a Cristo. Estaba tan preocupada por sus amigos que oró y se preocupó por ellos. Y cuando tuvo la oportunidad, compartió con ellos la diferencia que Jesús había hecho en su vida. Bueno, sus amigos querían lo que ella había encontrado. Ahora, esta niña vivía a más de 30 minutos de la iglesia a la que yo asistía, pero no dejó que eso le impidiera invitar a sus amigos a la iglesia.

Un miércoles por la noche mientras estaba saludando a los niños que salían al estacionamiento, vi una camioneta cargada de niños. Parecía que la camioneta tenía la suspensión apachurrada al entrar al estacionamiento de la iglesia debido a que tenía demasiados ocupantes adentro. Bueno, cuando todos los niños salieron yo dije: "Carrie, seguro que trajiste a mucha gente contigo esta noche". Ella dijo: "Sí, pero tengo un problema" y yo le respondí "Bueno, ¿Cuál es el problema?" Ella dijo: "Tuve que dejar atrás a algunos de mis amigos porque ya no cupieron". Entonces yo le dije: "Bueno, Carrie, eso es un problema. Pero creo que la iglesia tiene una camioneta más grande. ¿Crees que podrás llenarla con todos tus amigos?" Ella respondió: "Si, así lo creo". Entonces, el miércoles siguiente, la mamá de Carrie vino a la iglesia y recogió la camioneta de 15 pasajeros de la iglesia.

El miércoles siguiente por la noche, esta camioneta de pasajeros llegó al estacionamiento de la iglesia. De la camioneta de 15 pasajeros salieron 24 niños. Le dije: "Carrie, esto es increíble". Ella dijo: "Lo sé, pero tengo un problema". Dije: "¿Cuál es el problema?" Ella respondió: "Tuve que dejar a algunos de mis amigos porque no cabían en la camioneta". Le dije: "Oh, Carrie, eso es un problema". Y añadí “la iglesia tiene un autobús. ¿Crees que podrías llenar un autobús? Creo que puedo conseguir a alguien que conduzca el autobús hasta tu casa". Ella dijo: "No lo sé. Un autobús, eso es mucho". Le dije: "Te enviaré un autobús".

El miércoles siguiente, el autobús llegó con más de 70 niños porque Carrie se preocupaba por todos sus amigos. Más de 35 de sus amigas confiaron en Jesús para convertirse en el líder y redentor de sus vidas durante un período de tres meses. Debido a la intensidad de Carrie, el bautismal permaneció a capacidad durante los meses siguientes. Cada vez que una de sus amigas era bautizada, ella siempre estaba sentada en la primera fila con una gran sonrisa en su rostro.

Amigos, no hay nada mejor como cuando alguien dice: "Yo estaba perdido, pero ahora me han encontrado. Estaba ciego, pero ahora puedo ver. Estaba desperdiciando mi vida, pero ahora tengo un propósito y significado. Estaba buscando y ahora estoy en casa."

Y cuando te miran y dicen: "Y Dios te usó para hacer ese milagro".

Amigos, miren el video una y otra vez y comiencen a practicar hoy mismo.