Antes de hablar sobre otro tema más de nuestra vida como cristianos que nos ayudará a estar más cerca de Jesús, quiero informarles sobre un recurso que tenemos disponible en la aplicación de Sagebrush que les ayudará a crecer espiritualmente. Ese recurso se llama nuestro mensaje diario de inspiración.
Cuando abras la aplicación, ve hacia abajo en la página principal y verás una bandera que dice Mensaje Diario de Inspiración. Ahora, si sigues a la liga en esa bandera, podrás ver un mensaje de devoción para cada día de la semana. Si sigues a la liga en cada uno de esos días, el mensaje de ese día aparecerá en tu pantalla. Cada mensaje de inspiración está escrito para recordarnos la premisa del mensaje que se impartió durante el fin de semana en la iglesia de Sagebrush.
Si tú eres como yo, probablemente no te acordaras de la mayor parte de lo que se habló el fin de semana pasado, después unos pocos días. El mensaje de devoción está ahí para recordarnos de qué se trató el mensaje y para compartir con nosotros cómo podemos usar la palabra de Dios en nuestras vidas. Cada mensaje de inspiración se puede leer en aproximadamente dos minutos y siempre hay un breve pasaje de las Escrituras para leer ese día también. Miles de personas leen nuestros mensajes de inspiración todos los días. Así que inténtalo. Creo que nuestros mensajes de devoción son excelentes.
Mira, hoy quiero hablarte de la importancia de asistir a la iglesia regularmente para hacer adoración a Jesús. En Mateo 15:8-9 Jesús dijo estas horribles palabras: "Este pueblo me honra con sus labios, pero su corazón está lejos de mí. Su adoración es una farsa porque enseñan ideas humanas como si fueran mandatos de Dios".
Ahora bien, en este versículo de las Escrituras, Jesús nos dice que es posible venir a la iglesia, semana tras semana y simplemente cumplir con las formalidades. Es posible decir con nuestra boca que amamos a Jesús, pero nuestro corazón simplemente no está tan interesado en eso. Es posible venir a la iglesia y cantar canciones sobre cómo Jesús significa todo para nosotros y luego salir del edificio de la iglesia y vivir como si Él no existiera. Es posible ser solo un espectador y observar el servicio de adoración en lugar de participar con el corazón en lo que es adorar a Jesús. Entonces, ¿cómo sabemos si una persona es solo un espectador o un verdadero adorador?
Un espectador es alguien que viene a la iglesia para obtener algo del servicio de adoración. Se van de la misma manera en la vinieron, criticando al servicio. Un espectador dice cosas como: "No me gusta mucho ese salmo que cantamos. Desearía que el pastor fuera un poco más entretenido. Ese sermón no me ayudó mucho".
Sin embargo, un adorador viene a la iglesia para ofrecerle algo a Dios. Viene a dar su mejor canto, su mejor ofrenda y su mejor atención a la palabra de Dios, para que Dios les hable a través de lo que se dice. Cuando salimos de nuestros servicios de adoración, deberíamos hacernos este tipo de preguntas. ¿Le di lo mejor de mí a Dios este día? ¿Le di a Dios mi mejor atención? ¿Escuché atentamente para escuchar una palabra de Dios? ¿Hice que las personas que estuvieron a mi alrededor se sintieran bienvenidas? ¿Fui grosero con los demás a mi alrededor, porque me levanté para ir al baño durante el servicio? ¿Fui grosero con los cantantes que practicaron toda la semana cuando me levanté para irme antes de que terminara el servicio para poder llegar al estacionamiento un poco más rápido? ¿Estaba distrayendo a los demás a mi alrededor porque mi teléfono celular hizo ruido porque no lo puse en silencio? ¿Estaba distrayendo a los demás cuando mi bebé comenzó a llorar y me quedé sentado allí en lugar de salirme del servicio con el bebé?
Espero te des cuenta de que lo que hacemos durante los servicios de adoración es realmente importante. La eternidad de las personas está en la balanza. El cielo y el infierno están en la balanza. Hay personas que trajeron a un amigo con ellos y tienen la esperanza de que se cante algo, se haga algo y se diga algo o que suceda algo que les haga querer pedirle a Jesús que entre en sus vidas. Y tú y yo no queremos hacer nada para obstaculizar ese proceso. Por lo tanto, cuando venimos a la iglesia a adorar al Señor, queremos darle a Dios, lo mejor de nosotros.
La Biblia dice en el libro de Eclesiastés capítulo 5 versículo 1: "Cuando entres en la casa de Dios, abre los oídos y cierra la boca. El que presenta ofrendas a Dios sin pensar hace mal."
Permíteme darte algunos consejos sobre cómo podemos hacer nuestra mejor adoración a Jesús. ¿Estás listo? Número uno, ven preparado. Ven con la mentalidad adecuada. Pon tu atención y tu cariño en El. Dedica un tiempo antes de llegar a la iglesia para orar por el servicio y por el orador. Sin importar quien sea el pastor que vaya a dar el mensaje. Ora por ti mismo para que seas humilde y estés listo para escuchar y hacer lo que Dios te está llamando a hacer.
En todos los deportes, quizás no exista una rivalidad más intensa que en como la que existe entre los equipos de baloncesto de la universidad de Duke y la universidad de Carolina del Norte. Los campus de esas dos instituciones están a sólo ocho millas de distancia una de otra. Ambos equipos tienen diferentes tonos de azul en sus uniformes como color primario. Así que, a los habitantes de Carolina del Norte, se les conoce como aquellos que escogieron el mejor tono de azul celeste. Mientras que los fanáticos de Duke se toman en serio su lealtad. Cada fanático se comporta como un animador oficial. Cuando los dos equipos se enfrentaron recientemente en la Arena de Cameron de Duke, los fanáticos conocidos como “los locos”, recibieron las siguientes instrucciones:
“Este es el juego que estabas esperando. No hay excusas. Da todo lo que tienes y saldremos victoriosos. La Arena de Cameron nunca deberá ser menos ruidosa que en esta noche.
A petición del entrenador, concéntrate en nuestro equipo esta noche. Es mejor elevar a nuestro equipo que derribar al contrincante. Especialmente después de un tiempo fuera, debemos ser increíblemente ruidosos. Durante los tiros libres en la segunda mitad, olvídense de hacer cosas nuevas, simplemente hagan el mayor ruido posible. Este es un juego enorme. Quédate en las gradas y vuélvete loco.”
Bueno, de igual manera, este es el servicio de adoración que has estado esperando toda la semana. Dale a Dios lo mejor de ti. No hay excusas. Ven preparado.
En primer lugar, vamos a hablar acerca de cómo podemos participar en el servicio. Cuando llegue el momento de cantar, canta. Mira, para ser sincero, no me gustan todas las canciones que cantamos en Sagebrush, y eso que soy el pastor. Pero la adoración no se trata de satisfacer mis preferencias. La adoración se trata de darle a Dios el honor y la alabanza que le corresponde. Y no hay una sola canción que cantemos que no dé honor y alabanza a Dios. Y me niego a permitir que mis preferencias personales me impidan adorar a mi Señor y a mi Salvador, con todo lo que hay en mi ser.
En segundo lugar, participa en el mensaje. Pídele a Dios que te hable a través de su palabra. Prepárate para tomar notas cuando les pida que escriba algo importante para que no se les olvide que se tienen que comprometer a actuar de acuerdo con lo que dice la palabra de Dios, y especialmente cuando el Espíritu Santo diga: Haz esto. Cuando el pastor ore, no solo escuches a su oración, sino también únete a él en su oración para derramar tu corazón ante él.
Recuerda que Dios está aquí entre nosotros. Jesús dijo: "Donde dos o tres se reúnan en mi nombre. Allí estoy yo con ellos. Dile a Dios que estoy aquí para encontrarme contigo". Mira, Dios es digno de la mejor adoración que podamos hacer. Dios nos creó. Él conoce la cantidad de cabellos que tenemos en la cabeza y sus pensamientos sobre nosotros superan en número a los granos de arena que hay en cada playa del planeta. Dios es todopoderoso. No hay nada que nuestro Dios no pueda hacer. Todo lo que Él tiene que hacer es simplemente decir la palabra y sucederá. No hay problema demasiado grande para Él. No hay situación que traiga temor a Su corazón. Nuestro Dios es consistente. Él es el mismo ayer, hoy y por siempre, lo que significa que tú y yo podemos contar con Él. Nunca llega tarde y nunca llega temprano. Nuestro Dios nos ama con un amor infinito. No hay nada que podamos hacer hoy que haga que Dios me pueda amar un poco más, y no hay nada que pueda hacer hoy que haga que Dios me ame un poco menos. Él me ha perdonando por cada estupidez que haya hecho, por cada pecado, por cada hábito y por cada adicción.
Y nuestro Dios nunca dejara de creer en nosotros. Él tiene fe en nosotros y ha puesto dentro de nosotros este precioso Espíritu Santo que guía nuestras vidas. Así que no vengamos a este lugar casualmente. No, cuando entremos aquí, le daremos a Dios lo mejor de nosotros. No seremos solo unos espectadores, sino adoradores de corazón. Le ofreceremos nuestro mejor canto, nuestra mejor atención. Estaremos ansioso de escuchar su voz y nos sentiremos conmovidos por su presencia.
Llegaremos temprano y vendremos preparados. Estaremos aquí constantemente y le mostraremos a nuestro Señor nuestro amor y devoción, más que en cualquier otro evento deportivo en el que hayamos participado o asistido. Nuestro Padre Celestial es digno para que le demos lo mejor que tenemos.
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