Primeros Pasos: Bautismo

Estudio Bíblico de Juan: Día 2

Lee Juan 2:1-25.

Mi hermana se casó recientemente y, deja que te cuente, la boda fue muy hermosa. Y no solo fue hermosa, sino que la cena en la recepción fue deliciosa también. Hubo un plato que todos elogiaron: empanadillas fritas, o dumplings. Lamentablemente, no pude probar las empanadillas porque se acabaron rápidamente. Pero a pesar de la decepción que no pude disfrutar las empanadillas, la boda fue un gran éxito. Fue un día hermoso y quedarse sin empanadillas ciertamente no significo que se arruinó la boda. De hecho, nadie, además de mí, probablemente notó que se habían terminado. Sin embargo, en los tiempos de Jesús, quedarse sin comida y bebida en una boda era una situación más grave. Quedarse sin comida y bebida representaba una humillación para los anfitriones de la boda.

 

En el inicio del capítulo 2 del libro de Juan, Jesús y sus discípulos estaban en una boda. A medida que continuó la celebración, todo el vino que había se terminó. María, la madre de Jesús, también estaba en la boda. Al darse cuenta, corrió hacia Jesús y le dijo que no había más vino. Al ver el problema, Jesús pidió a los sirvientes que llenaran seis jarras con agua. Cuando las jarras estuvieron llenas, les instruyó a que sacaran agua de la jarra para el catador (también conocido como el maestro de ceremonias). A medida que se sacaba, se hizo evidente que el agua se había convertido en vino. Cuando el maestro de ceremonias probó el nuevo vino, quedó asombrado. Les dijo a todos que este nuevo vino era el mejor que habían bebido durante la celebración. Este milagro fue el primero que Jesús realizó en la tierra. Cuando sus discípulos observaron este milagro, creyeron en Él, dándose cuenta de que Jesús era Dios (Juan 2:11).

Este milagro donde Jesús salvó la boda fue asombroso porque representó la primera muestra de su poder. Ya ves, Jesús posee todo el poder del mundo. Pudo convertir el agua en el mejor vino del mundo en aquel entonces, pero también puede laborar en nuestras vidas actualmente. ¿Tú crees que Jesús tiene el poder de obrar milagros en tu vida?

 

AVANZANDO HACIA LA ACCIÓN

Pasa un tiempo para pensar sobre el hecho de que Jesús todavía obra milagros en nuestras vidas. Con tu diario o un cuaderno, responde a esta pregunta: ¿Cómo afecta mi vida que yo crea que Jesús todavía puede realizar milagros? ¿Confiarás en Él para que trabaje en tu vida según Su voluntad?