Parece que todo el mundo está buscando la paz en este momento, y la verdad es que Dios creó un camino para que tengamos paz con Él. En un momento estábamos lejos, pero Dios nos acercó a Él a través de Jesús. Esta es la mejor noticia que jamás escucharemos y la mejor noticia que jamás compartiremos. Pero, si queremos ser personas caracterizadas por la paz, primero debemos tener confianza en nuestra paz con Dios. Entonces, hoy exploraremos cómo se ve tener este tipo de paz confiada con Dios en nuestras vidas todos los días.
¿Cuál es el lugar más tranquilo para ti? ¿Por qué?
1. ¿Qué te viene a la mente cuando piensas en la palabra paz? ¿Por qué?
2. Lee Lucas 15:11-19. ¿Cómo insultó el hijo menor de la historia a su padre?
Lucas 15:11-19
11 Para ilustrar mejor esa enseñanza, Jesús les contó la siguiente historia: «Un hombre tenía dos hijos. 12 El hijo menor le dijo al padre: “Quiero la parte de mi herencia ahora, antes de que mueras”. Entonces el padre accedió a dividir sus bienes entre sus dos hijos. 13 »Pocos días después, el hijo menor empacó sus pertenencias y se mudó a una tierra distante, donde derrochó todo su dinero en una vida desenfrenada. 14 Al mismo tiempo que se le acabó el dinero, hubo una gran hambruna en todo el país, y él comenzó a morirse de hambre. 15 Convenció a un agricultor local de que lo contratara, y el hombre lo envió al campo para que diera de comer a sus cerdos. 16 El joven llegó a tener tanta hambre que hasta las algarrobas con las que alimentaba a los cerdos le parecían buenas para comer, pero nadie le dio nada. 17 »Cuando finalmente entró en razón, se dijo a sí mismo: “En casa, hasta los jornaleros tienen comida de sobra, ¡y aquí estoy yo, muriéndome de hambre! 18 Volveré a la casa de mi padre y le diré: ‘Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. 19 Ya no soy digno de que me llamen tu hijo. Te ruego que me contrates como jornalero’”.
11 Para ilustrar mejor esa enseñanza, Jesús les contó la siguiente historia: «Un hombre tenía dos hijos. 12 El hijo menor le dijo al padre: “Quiero la parte de mi herencia ahora, antes de que mueras”. Entonces el padre accedió a dividir sus bienes entre sus dos hijos.
13 »Pocos días después, el hijo menor empacó sus pertenencias y se mudó a una tierra distante, donde derrochó todo su dinero en una vida desenfrenada. 14 Al mismo tiempo que se le acabó el dinero, hubo una gran hambruna en todo el país, y él comenzó a morirse de hambre. 15 Convenció a un agricultor local de que lo contratara, y el hombre lo envió al campo para que diera de comer a sus cerdos. 16 El joven llegó a tener tanta hambre que hasta las algarrobas con las que alimentaba a los cerdos le parecían buenas para comer, pero nadie le dio nada.
17 »Cuando finalmente entró en razón, se dijo a sí mismo: “En casa, hasta los jornaleros tienen comida de sobra, ¡y aquí estoy yo, muriéndome de hambre! 18 Volveré a la casa de mi padre y le diré: ‘Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. 19 Ya no soy digno de que me llamen tu hijo. Te ruego que me contrates como jornalero’”.
3. Lee Lucas 15:20-24. ¿Qué destaca de la forma en que el padre responde al hijo?
Lucas 15:20-24
20 »Entonces regresó a la casa de su padre, y cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio llegar. Lleno de amor y de compasión, corrió hacia su hijo, lo abrazó y lo besó. 21 Su hijo le dijo: “Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy digno de que me llamen tu hijo”. 22 »Sin embargo, su padre dijo a los sirvientes: “Rápido, traigan la mejor túnica que haya en la casa y vístanlo. Consigan un anillo para su dedo y sandalias para sus pies. 23 Maten el ternero que hemos engordado. Tenemos que celebrar con un banquete, 24 porque este hijo mío estaba muerto y ahora ha vuelto a la vida; estaba perdido y ahora ha sido encontrado”. Entonces comenzó la fiesta.
20 »Entonces regresó a la casa de su padre, y cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio llegar. Lleno de amor y de compasión, corrió hacia su hijo, lo abrazó y lo besó. 21 Su hijo le dijo: “Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy digno de que me llamen tu hijo”.
22 »Sin embargo, su padre dijo a los sirvientes: “Rápido, traigan la mejor túnica que haya en la casa y vístanlo. Consigan un anillo para su dedo y sandalias para sus pies. 23 Maten el ternero que hemos engordado. Tenemos que celebrar con un banquete, 24 porque este hijo mío estaba muerto y ahora ha vuelto a la vida; estaba perdido y ahora ha sido encontrado”. Entonces comenzó la fiesta.
4. Lee Juan 14:27. ¿En qué se diferencia la paz de Dios del mundo?
Juan 14:27
27 »Les dejo un regalo: paz en la mente y en el corazón. Y la paz que yo doy es un regalo que el mundo no puede dar. Así que no se angustien ni tengan miedo.
1. ¿Ha habido alguna vez en tu vida en el que te hayas identificado con el hijo menor de esta historia? ¿Por qué?
2. ¿Cómo afecta nuestra paz huir de Dios como el hijo menor de esta historia, específicamente nuestra paz con Él?
3. ¿Encuentras difícil o fácil de aceptar el amor y el perdón de Dios cuando recurres a Él? ¿Por qué?
¿Hay algún área de tu vida en la que necesitas reconciliarte con Dios y estar en paz con Él? Tal vez te hayas encontrado viviendo desobedientemente y permitiendo que el pecado entre en un área de tu vida. Es hora de volver a Dios. Comparte con tu grupo si sientes que Dios te empuja a dejar de lado un pecado en particular y volver a Él. Después de que todos hayan compartido, oren juntos. Confiesa el pecado a Dios y pídele que te ayude a alejarte de ese pecado y vivir de una manera que lo honre. Entonces, esté atento a los pródigos que necesitan a Dios. Invítelos a un grupo pequeño o a la iglesia este fin de semana.
Una de las cosas increíbles que nos enseñan las Escrituras sobre la paz es que es una característica indiscutible de Cristo. Es más, se le describe como paz. En un mundo donde las cosas a menudo parecen increíblemente caóticas y todo menos pacíficas, podemos encontrar paz en Él.
Efesios 2:13-14
1. Lea Efesios 2:13-14 en la Nueva Traducción Viviente.
13 pero ahora han sido unidos a Cristo Jesús. Antes estaban muy lejos de Dios, pero ahora fueron acercados por medio de la sangre de Cristo. 14 Pues Cristo mismo nos ha traído la paz. Él unió a judíos y a gentiles en un solo pueblo cuando, por medio de su cuerpo en la cruz, derribó el muro de hostilidad que nos separaba.
13 pero ahora han sido unidos a Cristo Jesús. Antes estaban muy lejos de Dios, pero ahora fueron acercados por medio de la sangre de Cristo.
14 Pues Cristo mismo nos ha traído la paz. Él unió a judíos y a gentiles en un solo pueblo cuando, por medio de su cuerpo en la cruz, derribó el muro de hostilidad que nos separaba.
2. ¿Cómo describe este versículo a Cristo?
3. ¿Cuáles son las implicaciones de esta descripción de Jesús?
4. ¿Cómo ha traído Cristo la paz?
Isaías 9:6 e Isaías 53:5-6
1. Lee Isaías 9:6. Piensa en lo que significa ser un príncipe. ¿Qué significa que Jesús es el Príncipe de Paz?
6 Pues nos ha nacido un niño, un hijo se nos ha dado; el gobierno descansará sobre sus hombros, y será llamado: Consejero Maravilloso,[a] Dios Poderoso, Padre Eterno, Príncipe de Paz.
2. Lee Isaías 53:5-6. ¿Cómo fue Jesús el Príncipe de la Paz?
5 Pero él fue traspasado por nuestras rebeliones y aplastado por nuestros pecados. Fue golpeado para que nosotros estuviéramos en paz; fue azotado para que pudiéramos ser sanados. 6 Todos nosotros nos hemos extraviado como ovejas; hemos dejado los caminos de Dios para seguir los nuestros. Sin embargo, el Señor puso sobre él los pecados de todos nosotros.
-Después de leer esta Escritura, ¿en qué dirías que se basa la verdadera paz?
-¿En qué se diferencia esta paz real de lo que el mundo piensa sobre la paz?
-¿Cómo es esta comprensión una buena noticia para nosotros hoy?
Debido a que Cristo es nuestra paz, podemos aferrarnos a la verdad de que la paz siempre está disponible incluso en los tiempos más oscuros. La paz es más que la ausencia de conflicto. La paz es la presencia de un Salvador que algún día arreglará todo. Haga planes para celebrar esta paz en uno de nuestros servicios este fin de semana juntos como grupo y compartan una comida después. Ésta es una de las formas de practicar la paz en un mundo que la necesita desesperadamente.
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