Estudios Para Grupos Pequeños

Donde El Cielo Se Encuentra Con La Tierra: Semana 2

 

GRAN IDEA

Durante el mensaje del fin de semana, se nos recordó que Dios está buscando seguidores que estén desesperados por Él. No le impresionan las cosas que el resto del mundo considera impresionantes. En cambio, Él está buscando a aquellos que están desesperados por seguirlo y que lo siguen con todo su corazón, dispuestos a dejarlo todo para seguirlo. Después de todo, Él es muy digno de nuestra adoración.

 

ROMPE EL HIELO

¿Qué cosas impiden que la gente siga completamente a Cristo?

 

PREGUNTAS EN GRUPOS PEQUEÑOS

Estudio Bíblico

1. Lee Juan 4:1-14. ¿Qué es sorprendente acerca de la mujer con la que Jesús eligió tener una conversación en este pasaje de las Escrituras?

Juan 4:1-14

4 Jesús sabía que los fariseos se habían enterado de que él hacía y bautizaba más discípulos que Juan 2 (aunque no era Jesús mismo quien los bautizaba sino sus discípulos). 3 Así que se fue de Judea y volvió a Galilea. 4 En el camino, tenía que pasar por Samaria. 5 Entonces llegó a una aldea samaritana llamada Sicar, cerca del campo que Jacob le dio a su hijo José. 6 Allí estaba el pozo de Jacob; y Jesús, cansado por la larga caminata, se sentó junto al pozo cerca del mediodía. 7 Poco después, llegó una mujer samaritana a sacar agua, y Jesús le dijo: —Por favor, dame un poco de agua para beber. 8 Él estaba solo en ese momento porque sus discípulos habían ido a la aldea a comprar algo para comer. 9 La mujer se sorprendió, ya que los judíos rechazan todo trato con los samaritanos. Entonces le dijo a Jesús: —Usted es judío, y yo soy una mujer samaritana. ¿Por qué me pide agua para beber? 10 Jesús contestó: —Si tan solo supieras el regalo que Dios tiene para ti y con quién estás hablando, tú me pedirías a mí, y yo te daría agua viva. 11 —Pero señor, usted no tiene ni una soga ni un balde—le dijo ella—, y este pozo es muy profundo. ¿De dónde va a sacar esa agua viva? 12 Además, ¿se cree usted superior a nuestro antepasado Jacob, quien nos dio este pozo? ¿Cómo puede usted ofrecer mejor agua que la que disfrutaron él, sus hijos y sus animales? 13 Jesús contestó: —Cualquiera que beba de esta agua pronto volverá a tener sed, 14 pero todos los que beban del agua que yo doy no tendrán sed jamás. Esa agua se convierte en un manantial que brota con frescura dentro de ellos y les da vida eterna.

2. Lea Juan 4:19-24. ¿Qué revela Jesús sobre la adoración a la mujer Samaritana en este pasaje de las Escrituras?

Juan 4:19-24

19 —Señor—dijo la mujer—, seguro que usted es profeta. 20 Así que dígame, ¿por qué ustedes, los judíos, insisten en que Jerusalén es el único lugar donde se debe adorar, mientras que nosotros, los samaritanos, afirmamos que es aquí, en el monte Gerizim, donde adoraron nuestros antepasados? 21 Jesús le contestó: —Créeme, querida mujer, que se acerca el tiempo en que no tendrá importancia si se adora al Padre en este monte o en Jerusalén. 22 Ustedes, los samaritanos, saben muy poco acerca de aquel a quien adoran, mientras que nosotros, los judíos, conocemos bien a quien adoramos, porque la salvación viene por medio de los judíos. 23 Pero se acerca el tiempo—de hecho, ya ha llegado—cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad. El Padre busca personas que lo adoren de esa manera. 24 Pues Dios es Espíritu, por eso todos los que lo adoran deben hacerlo en espíritu y en verdad.

3. Lee Mateo Apocalipsis 5:1-7. ¿Por qué Joh, el autor de Apocalipsis, lloró por la visión que Dios le dio en este pasaje de las Escrituras?

Apocalipsis 5:1-7

5 Luego vi un rollo en la mano derecha de aquel que estaba sentado en el trono. El rollo estaba escrito por dentro y por fuera, y sellado con siete sellos. 2 Vi a un ángel poderoso, que proclamaba con fuerte voz: «¿Quién es digno de romper los sellos de este rollo y abrirlo?». 3 Pero nadie en el cielo ni en la tierra ni debajo de la tierra podía abrir el rollo y leerlo. 4 Entonces comencé a llorar amargamente porque no se encontraba a nadie digno de abrir el rollo y leerlo; 5 pero uno de los veinticuatro ancianos me dijo: «¡Deja de llorar! Mira, el León de la tribu de Judá, el heredero del trono de David, ha ganado la victoria. Él es digno de abrir el rollo y sus siete sellos». 6 Entonces vi a un Cordero que parecía que había sido sacrificado, pero que ahora estaba de pie entre el trono y los cuatro seres vivientes y en medio de los veinticuatro ancianos. Tenía siete cuernos y siete ojos que representan los siete aspectos del Espíritu de Dios, el cual es enviado a todas las partes de la tierra. 7 Él pasó adelante y tomó el rollo de la mano derecha del que estaba sentado en el trono.

4. Lee Apocalipsis 5:8-14. ¿Por qué se declara que Jesús es digno en este pasaje de las Escrituras?

Apocalipsis 5:8-14

8 Y cuando tomó el rollo, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero. Cada uno tenía un arpa y llevaba copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones del pueblo de Dios. 9 Y cantaban un nuevo canto con las siguientes palabras: «Tú eres digno de tomar el rollo y de romper los sellos y abrirlo.
Pues tú fuiste sacrificado y tu sangre pagó el rescate para Dios de gente de todo pueblo, tribu, lengua y nación. 10 Y la has transformado en un reino de sacerdotes para nuestro Dios. Y reinarán sobre la tierra». 11 Entonces volví a mirar y oí las voces de miles de millones de ángeles alrededor del trono y de los seres vivientes y de los ancianos. 12 Ellos cantaban en un potente coro: «Digno es el Cordero que fue sacrificado, de recibir el poder y las riquezas y la sabiduría y la fuerza y el honor y la gloria y la bendición».
13 Y entonces oí a toda criatura en el cielo, en la tierra, debajo de la tierra y en el mar que cantaban: «Bendición y honor y gloria y poder le pertenecen a aquel que está sentado en el trono y al Cordero por siempre y para siempre». 14 Y los cuatro seres vivientes decían: «¡Amén!». Y los veinticuatro ancianos se postraron y adoraron al Cordero.

 

Aplicación

1. Basado en las Escrituras que leemos hoy, ¿qué le preocupa a Dios cuando se trata de nuestra adoración?

2. ¿Hay algo que te impide adorar completamente a Cristo en tu vida hoy?

3. ¿Cuál es la respuesta adecuada a la santidad y dignidad de Cristo?

 

AVANZANDO

Sólo Cristo es santo y digno de nuestra adoración, y hoy hay un mundo perdido y moribundo que necesita su esperanza. ¿A quién conoces que necesite conocer la esperanza de Cristo? Comparte esa persona con tu grupo. Cuando todos hayan compartido, ore por cada persona mencionada por su nombre. Ore para que lleguen a tener una relación creciente y próspera con Él. A medida que surjan oportunidades, busque oportunidades durante la semana para compartir su fe con ellos.

 

PROFUNDIZANDO

A lo largo de nuestro estudio de hoy, hemos descubierto la santidad y la dignidad de Cristo en toda nuestra adoración. No hay Uno más grande que Él. Tomémonos unos momentos para recurrir a las Escrituras para profundizar y descubrir tres (entre muchas) razones por las que Jesús es digno de todo el honor y la alabanza que podamos darle.

 

JESÚS DIO SU VIDA POR NOSOTROS:

Desde el momento en que el pecado entró en el mundo, la humanidad tuvo un problema de pecado, que resultó en la muerte y la separación eterna de Dios. Estábamos perdidos y sin esperanza. Gloria a Dios porque no nos dejó allí. Verá, en el momento justo, envió a Jesús a literalmente dar su vida por nosotros y morir en la cruz para que pudiéramos ser rescatados del pecado.

1. Lee 1 Pedro 2:24-25.

1 Pedro 2:24-25

24 Él mismo cargó nuestros pecados sobre su cuerpo en la cruz, para que nosotros podamos estar muertos al pecado y vivir para lo que es recto. Por sus heridas, ustedes son sanados. 25 Antes eran como ovejas que andaban descarriadas. Pero ahora han vuelto a su Pastor, al Guardián de sus almas.

2. Describe el sacrificio de Jesús por nosotros basándose en este pasaje de las Escrituras.

3. ¿Cuál es el impacto del sacrificio de Jesús según este pasaje de la Escritura?

4.¿Cómo habla este pasaje de las Escrituras de la santidad y dignidad de Jesús?

 

LA SANGRE DE JESÚS FUE EL RESCATE POR NUESTRO PECADOS

Cuando Jesús murió en la cruz, sacrificó su vida de una vez por todas para rescatar a la humanidad. Su sangre que derramó en la cruz cuando murió satisfizo el pago debido a un Dios santo que nuestro pecado exigía. Después de todo, Hebreos 9:22 nos enseña: “Sin derramamiento de sangre no hay perdón”.

1.Lee 1 Pedro 1:18-21.

1 Pedro 1:18-21

18 Pues ustedes saben que Dios pagó un rescate para salvarlos de la vida vacía que heredaron de sus antepasados. No fue pagado con oro ni plata, los cuales pierden su valor, 19 sino que fue con la preciosa sangre de Cristo, el Cordero de Dios, que no tiene pecado ni mancha. 20 Dios lo eligió como el rescate por ustedes mucho antes de que comenzara el mundo, pero ahora en estos últimos días él ha sido revelado por el bien de ustedes. 21 Por medio de Cristo, han llegado a confiar en Dios. Y han puesto su fe y su esperanza en Dios, porque él levantó a Cristo de los muertos y le dio una gloria inmensa.

2. ¿Cómo describe Pedro la sangre de Jesús que Él sacrificó en este pasaje de las Escrituras?

3. ¿Cuál es el resultado de Su derramamiento de sangre en la cruz, basado en este pasaje de las Escrituras?

4. ¿Cómo habla este pasaje de las Escrituras de la santidad y dignidad de Jesús?

 

JESÚS DERROTÓ AL PECADO Y A LA MUERTE:

Cuando Jesús murió, parecía que se había perdido toda esperanza. Parecía que Su ministerio y misión también habían muerto. Jesús, sin embargo, no permaneció muerto. Resucitó de la tumba tres días después, demostrando su poder sobre el pecado y la muerte. Su resurrección cambió todo.

1. Lee 1 Corintios 15:14-23.

1 Corintios 15:14-23

14 y si Cristo no ha resucitado, entonces toda nuestra predicación es inútil, y la fe de ustedes también es inútil. 15 Y nosotros, los apóstoles, estaríamos todos mintiendo acerca de Dios, porque hemos dicho que Dios levantó a Cristo de la tumba. Así que eso no puede ser cierto si no hay resurrección de los muertos; 16 y si no hay resurrección de los muertos, entonces Cristo no ha resucitado; 17 y si Cristo no ha resucitado, entonces la fe de ustedes es inútil, y todavía son culpables de sus pecados. 18 En ese caso, ¡todos los que murieron creyendo en Cristo están perdidos! 19 Y si nuestra esperanza en Cristo es solo para esta vida, somos los más dignos de lástima de todo el mundo. 20 Lo cierto es que Cristo sí resucitó de los muertos. Él es el primer fruto de una gran cosecha, el primero de todos los que murieron. 21 Así que, ya ven, tal como la muerte entró en el mundo por medio de un hombre, ahora la resurrección de los muertos ha comenzado por medio de otro hombre. 22 Así como todos mueren porque todos pertenecemos a Adán, todos los que pertenecen a Cristo recibirán vida nueva; 23 pero esta resurrección tiene un orden: Cristo fue resucitado como el primero de la cosecha, luego todos los que pertenecen a Cristo serán resucitados cuando él regrese.

2. ¿Cuál es el significado de la resurrección de Jesús, según este pasaje de la Escritura?

3. ¿Cuál es el resultado de poner nuestra fe en Jesús a la luz de Su muerte y resurrección?

4. ¿Cómo habla este pasaje de las Escrituras de la santidad y dignidad de Jesús?

 

Se deben compartir las buenas nuevas de Jesús y lo que ha hecho. Una de las maneras en que podemos compartir nuestra fe es compartir nuestras historias de dos minutos de lo que Cristo ha hecho por nosotros. Estas historias incluyen cómo eran nuestras vidas antes de Cristo, cómo llegamos a conocer a Cristo y la diferencia que Cristo ha hecho en nuestras vidas. Dividase en grupos de dos o tres y practique compartir sus historias de dos minutos. Cuanto más practiques contar tus historias de lo que Cristo ha hecho en tu vida, más cómodo te sentirás compartiéndolas. A medida que avanza la semana, busque oportunidades para compartir sus historias con alguien que no conoce a Cristo.

                                                                                                                                          

VERSO DE MEMORIA MENSUAL (Disponible para descargar en la aplicación Sagebrush)

¿Acaso nunca han oído? ¿Nunca han entendido? El Señor es el Dios eterno, el Creador de toda la tierra. Él nunca se debilita ni se cansa; nadie puede medir la profundidad de su ntendimiento. Isaías 40:28