Notas Del Mensaje

Etapas de la Cruz: Mujer eh ahi tu hijo

 

Este niño está destinado a causar la caída y el ascenso de muchos en Israel... y una espada traspasará tu propia alma también. Lucas 2:33-34

El amor nunca se da por vencido, jamás pierde la fe, siempre tiene esperanzas y se mantiene firme en toda circunstancia.. 1 Corintios 13:7-8

Apreciada mujer, ahí tienes a tu hijo. Juan 19:27

Etapa 1: Los idolatramos.

Etapa 2: Desmoralizamos a nuestros padres.

Etapa 3: Utilizamos a nuestros padres.

Etapa 4: Humanizamos a nuestros padres.

Fue despreciado y rechazado: hombre de dolores, conocedor del dolor más profundo. Nosotros le dimos la espalda y desviamos la mirada; fue despreciado, y no nos importó.Pero él fue traspasado por nuestras rebeliones y aplastado por nuestros pecados. Fue golpeado para que nosotros estuviéramos en paz; fue azotado para que pudiéramos ser sanados.Todos nosotros nos hemos extraviado como ovejas; hemos dejado los caminos de Dios para seguir los nuestros. Sin embargo, el Señor puso sobre él los pecados de todos nosotros. Fue oprimido y tratado con crueldad; sin embargo, no dijo ni una sola palabra. Como cordero fue llevado al matadero. Y como oveja en silencio ante sus trasquiladores, no abrió su boca. Al ser condenado injustamente, se lo llevaron. A nadie le importó que muriera sin descendientes ni que le quitaran la vida a mitad de camino. Pero lo hirieron de muerte por la rebelión de mi pueblo. Él no había hecho nada malo, y jamás había engañado a nadie. Pero fue enterrado como un criminal; fue puesto en la tumba de un hombre rico. Isaías 53:3, 5-9

Sería mejor que se arrojara al mar con una piedra de molino alrededor del cuello que hacer que uno de estos pequeños caiga en pecado. Lucas 17:2

Atiende a toda viuda que no tenga a nadie quien la cuide. Pero, si ella tiene hijos o nietos, la primera responsabilidad de ellos es poner en práctica la sumisión a Dios en su hogar y retribuir a sus padres al cuidarlos. Esto es algo que le agrada a Dios. 1 Timoteo 5:3-4

Aquellos que se niegan a cuidar de sus familiares, especialmente los de su propia casa, han negado la fe verdadera y son peores que los incrédulos. 1 Timoteo 5:8