Notas Del Mensaje

No A La Vista

 

La fe es muy sencilla, pero la complicamos.

Luego escupió en el suelo, hizo lodo con la saliva y lo untó en los ojos del ciego. Le dijo: «Ve a lavarte en el estanque de Siloé» (Siloé significa «enviado»). Entonces el hombre fue, se lavó, ¡y regresó viendo! Sus vecinos y otros que lo conocían como un pordiosero ciego se preguntaban: «¿No es ese el hombre que solía sentarse a mendigar?». 9 Algunos decían que sí, y otros decían: «No, solo se le parece». Pero el mendigo seguía diciendo: «¡Sí, soy yo!». Le preguntaron: —¿Quién te sanó? ¿Cómo sucedió? Él les dijo: —El hombre al que llaman Jesús hizo lodo, me lo untó en los ojos y me dijo: “Ve al estanque de Siloé y lávate”. Entonces fui, me lavé, ¡y ahora puedo ver!  —¿Dónde está él ahora?—le preguntaron. —No lo sé—contestó. (Juan 9:6-12)

La fe es confiar en Dios lo suficiente como para hacer lo que Él dice.

¿Me parezco más a Jesús hoy que ayer?

 —Yo no sé si es un pecador—respondió el hombre—, pero lo que sé es que yo antes era ciego, ¡y ahora puedo ver! (Juan 9:25)

La duda hace preguntas; La incredulidad se niega a escuchar respuestas.

Entonces Jesús le dijo: —Yo entré en este mundo para hacer juicio, para dar vista a los ciegos y para demostrarles a los que creen que ven, que, en realidad, son ciegos. (Juan 9:39)

Es mejor ser ciegos y saberlo, que pensar que tenemos vista y realmente somos ciegos.

. . . «Yo soy la luz del mundo. Si ustedes me siguen, no tendrán que andar en la oscuridad porque tendrán la luz que lleva a la vida».(Juan 8:12)