Admite que eres un pecador. ¿Alguna vez has pecado? Todo el mundo lo ha hecho, pero no basta con admitir que has pecado. Tienes que arrepentirte de tu pecado. Arrepentirse significa que debemos alejarnos de nuestro pecado. Una vez viví para mí, pero ahora quiero vivir para Dios.
Cree que Jesús es el Hijo de Dios que murió en la cruz por ti y resucitó de la muerte.
La mayoría de la gente cree que eso es cierto. En Santiago 2, dice que aun los demonios lo creen y tiemblan aterrorizados, entonces no basta con creer algunos hechos acerca de Jesús. Tienes que hacer el tercer paso.
Cometé tu vida a Jesús. Usted dice: “Jesús, todo lo que soy y todo lo que espero ser, te lo entrego a Ti. Toma mi vida y úsala. Ya no quiero vivir para mí. Quiero vivir para Ti”.
¿Dónde te ves ahora mismo?
¿Hay alguna razón por la que no quieras entregar tu vida a Jesús hoy?
Si estás lista/o, ora esta oración y dilo en tu corazón:
Querido Dios, sé que soy un pecador. Creo que Jesús murió en la cruz por mis pecados y resucitó. Te entrego mi vida. Todo lo que soy y todo lo que espero ser, te lo doy. Te amo y te agradezco por perdonarme y amarme. En el nombre de Jesús, Amén.
¿Has orado esta oración?